El estigma asociado a la infección por el VIH se traduce, en muchas ocasiones,  en la discriminación de las personas que viven con VIH (PVIH). Esto no solo afecta sus derechos humanos, sino que también perpetúa el miedo, el rechazo y la ignorancia, alimentando así falsas creencias.

Las repercusiones del estigma y la discriminación son amplias y abarcan tanto aspectos psicológicos (sentimientos de culpa, baja autoestima, depresión, etc.) como de orden práctico (denegación de servicios, vulneración de derechos laborales, sanitarios, sociales, etc.). Estas consecuencias pueden agravarse cuando se entrelazan con otras formas de discriminación existentes, como la basada en género, orientación sexual o consumo de sustancias.

Desde sus inicios como grupo de apoyo mutuo para hombres gais con sida hasta su transformación en asociación el 1 de diciembre de 1994, Gais Positius se ha enfocado en ofrecer servicios destinados a la comunidad LGTBI+ que vive con VIH/sida desde una perspectiva de derechos humanos. Con esa finalidad se crearon la asesoría psicológica, jurídica y social que cuentan con la experiencia acumulada y la dedicación de años en la atención y el acompañamiento de las PVIH que tiene la entidad.

Las PVIH tenemos el doble de probabilidades de desarrollar depresión o ansiedad, y nuestro riesgo de sufrir un trastorno mental grave puede ser hasta diez veces mayor que el del resto de la población. Más de la mitad de los jóvenes con VIH tiene algún problema de salud mental.

Aunque cada persona es diferente y sus experiencias varían, las PVIH enfrentamos diversos desafíos en relación con la salud mental. El miedo al rechazo, la discriminación y la falta de apoyo pueden contribuir a sentimientos de ansiedad, depresión y baja autoestima. El aislamiento social debido al estigma y el juicio de otros puede llevar a sentimientos de soledad y dificultades para establecer relaciones personales significativas. La carga emocional de vivir con una infección crónica, la incertidumbre sobre el futuro y la preocupación por la salud pueden desencadenar problemas de salud mental.

Además, algunos medicamentos utilizados para tratar la infección por VIH pueden tener efectos secundarios que afectan nuestro bienestar emocional y calidad de vida. El VIH, en sí mismo, puede afectar al cerebro y al sistema nervioso, alterando nuestra forma de pensar y comportarnos.

La asesoría psicológica de Gais Positius, con más de 25 años de experiencia, se creó con el propósito de mejorar el bienestar y calidad de vida de las PVIH. Tanto si buscas atención psicológica debido al VIH como si lo haces por otros motivos no relacionados con la infección, en nuestro servicio de atención psicológica podrás:

• Disponer de un espacio solo para ti.
  Hacer terapia es una forma de cuidarte y dedicarte atención. Un momento en el que puedes enfocarte en lo que sientes y en tus necesidades.
• Ser escuchado sin ser juzgado.
  La asesoría psicológica es un espacio libre de juicios de valor en el que no se aplican etiquetas y estereotipos y dónde no se juzga o critica.
• Comprender que te sucede.
  Hablar de las emociones y que sucede te ayuda a aclarar la mente y te permite tomar el control y mejores decisiones.
• Obtener un punto de vista global y más objetivo.
  Tu terapeuta no está involucrado emocionalmente en la situación que le expones, lo que le permite facilitarte una perspectiva más amplia y objetiva sobre lo que sucede.
• Gestionar emociones, pensamientos y comportamientos.
  Identificar que sientes te permitirá procesar las emociones y aliviar las preocupaciones. Modificar pensamientos o creencias irracionales también tiene una repercusión positiva en tu bienestar general.

Para acceder a la asesoría psicológica es necesario solicitar cita previa en el servicio de acogida e información llamando al teléfono 93 298 06 42