El popper es un tipo de droga recreativa, comúnmente inhalada, que pertenece a un grupo de compuestos químicos llamados alquinitritos (particularmente el nitrito de amilo, nitrito de butilo o nitrito de isobutilo).
Presentación y formas de consumo
El popper se presenta generalmente en pequeñas botellas de vidrio que contienen un líquido volátil y transparente, que es una solución de nitritos de alquilo. Dado que su venta está regulada o prohibida en algunos países, puede presentarse bajo etiquetas de productos no relacionados, como ‘limpiadores de cuero’ o ‘ambientadores’, para evitar restricciones legales.
El popper se consume por inhalación directa. No se consume de otras maneras debido a sus características químicas.
Inicio y duración de los efectos
Los efectos del popper comienzan casi de inmediato tras la inhalación, debido a la rápida absorción de los vapores por los pulmones y su posterior ingreso al torrente sanguíneo. Generalmente, el inicio de los efectos se percibe en segundos y pueden durar entre 1 y 5 minutos, dependiendo de la cantidad inhalada y la persona que lo consume.
Fases de los efectos:
Inicio (segundos después de la inhalación):
- Sensación de calor o «oleada» que recorre el cuerpo, debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Ligera euforia y sensación de bienestar.
- Mareo leve o una breve sensación de desorientación.
Pico (10-30 segundos después):
- Relajación muscular generalizada, especialmente en los músculos lisos, lo que incluye los vasos sanguíneos y el esfínter anal, lo que explica su uso en situaciones sexuales.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Sensaciones de desinhibición y amplificación de los sentidos.
Desvanecimiento (después de 1-5 minutos): los efectos tienden a desaparecer rápidamente, y la persona regresa a un estado normal poco después.
Efectos deseados
Los efectos deseados del popper varían dependiendo del contexto en el que se utiliza, pero suelen ser buscados por su capacidad de inducir una sensación inmediata de placer, desinhibición y relajación muscular.
Euforia inmediata: los poppers generan una sensación de bienestar y placer casi instantánea, acompañada de una ligera sensación de ‘subida’ o euforia. Esta sensación puede intensificar momentos de socialización o de experiencias sexuales.
Relajación muscular: uno de los efectos más buscados es la relajación de los músculos lisos, especialmente en el área del esfínter anal. Esto facilita el sexo anal.
También se percibe una relajación general del cuerpo, lo que puede reducir la tensión física y mental.
Sensación de calor y expansión: al ser un vasodilatador, el popper provoca una sensación de calor en todo el cuerpo y un ligero rubor, especialmente en la cara y el pecho. Esto puede ser placentero para algunas personas.
La dilatación de los vasos sanguíneos puede crear una sensación de ‘expansión’ o ‘ligereza’, que puede ser excitante.
Aumento de la percepción sensorial: las personas que lo consumen en entornos sexuales o festivos buscan intensificar la percepción de los estímulos sensoriales (como el tacto, la música o el ambiente) durante el breve período de efectos.
Puede amplificar las sensaciones físicas y emocionales, haciendo que los usuarios se sientan más conectados con lo que sucede a su alrededor.
Desinhibición: el uso de poppers en entornos sexuales o sociales está relacionado con la desinhibición, lo que permite a los usuarios sentirse más libres y menos ansiosos o autoconscientes.
Riesgos de la sobredosis
El uso excesivo de poppers o una sobredosis puede tener riesgos graves para la salud, ya que los nitritos de alquilo afectan directamente al sistema cardiovascular y respiratorio. Aunque los efectos deseados son breves y moderados, inhalar repetidamente o en grandes cantidades puede provocar una variedad de efectos adversos y complicaciones.
Caída peligrosa de la presión arterial: los poppers son potentes vasodilatadores, lo que significa que dilatan los vasos sanguíneos, bajando la presión arterial. En caso de sobredosis, esta bajada puede ser tan pronunciada que cause mareos extremos, desmayos o incluso shock.
Una caída drástica de la presión arterial puede poner en riesgo la vida, ya que puede limitar el flujo de sangre a órganos vitales como el corazón y el cerebro.
Dificultades respiratorias: inhalar grandes cantidades de poppers puede causar dificultad para respirar o sensación de asfixia. Puede agravar condiciones respiratorias preexistentes, como el asma o problemas pulmonares.
Daño cardíaco: la sobredosis de poppers puede causar arritmias (ritmo cardíaco irregular), que en casos extremos pueden llevar a un paro cardíaco, especialmente en personas con problemas cardiovasculares previos.
Los nitritos también reducen la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que puede causar una condición llamada metahemoglobinemia, que disminuye la cantidad de oxígeno en el cuerpo y puede ser fatal si no se trata.
Pérdida de conciencia o desmayos: debido a la rápida dilatación de los vasos sanguíneos y la disminución de oxígeno en el cerebro, la sobredosis de poppers puede llevar a pérdida de conciencia, especialmente si se está de pie o en movimiento.
Convulsiones: aunque es raro, en casos extremos de sobredosis, se pueden experimentar convulsiones debido a la falta de oxígeno en el cerebro.
Dolores de cabeza severos: el uso excesivo de poppers puede causar cefaleas intensas, que son comunes debido a la dilatación excesiva de los vasos sanguíneos en el cerebro.
Problemas visuales: se han reportado casos de pérdida temporal de visión o visión borrosa (una condición llamada maculopatía tóxica) en personas que usan poppers con frecuencia o en grandes cantidades.
Quemaduras químicas: el líquido de los poppers es altamente corrosivo y puede causar quemaduras químicas en la piel o en las membranas mucosas si entra en contacto directo con ellas. Si se ingiere, puede provocar quemaduras internas graves.
Si se detectan algunos de los siguientes síntomas: mareos intensos, desmayos, dolor de cabeza severo, dificultad para respirar, palpitaciones, confusión, convulsiones y cambios en la coloración de la piel, se recomienda buscar asistencia médica urgente o llamar al teléfono de emergencias 112
Efectos en las relaciones sexuales
El consumo de poppers puede tener varios efectos deseados en las relaciones sexuales.
Relajación muscular: los poppers causan una relajación rápida de los músculos, especialmente en el esfínter anal, lo que facilita el sexo anal y puede hacer que la experiencia sea más placentera.
Desinhibición: su uso puede llevar a una sensación de desinhibición, permitiendo que las personas se sientan más abiertas y menos ansiosas, lo que puede mejorar la comunicación y la intimidad en la relación.
Intensificación de sensaciones: los poppers pueden aumentar la sensación de placer y la sensibilidad durante el acto sexual, haciendo que las experiencias sean más intensas y agradables.
Riesgos en las relaciones sexuales
Algunos de los riesgos asociados a su uso sexual son:
Dependencia psicológica: algunas personas pueden llegar a depender de los poppers para tener relaciones sexuales satisfactorias, lo que puede crear problemas si no se usan.
Riesgos de salud: el uso excesivo puede provocar complicaciones de salud, como caídas de presión arterial, mareos, y problemas respiratorios, que pueden interferir en la actividad sexual.
También pueden interactuar peligrosamente con medicamentos para la disfunción eréctil (como la Viagra), lo que puede resultar en una caída drástica de la presión arterial y situaciones potencialmente peligrosas.
Pérdida de control: la desinhibición provocada por los poppers puede afectar la capacidad de tomar decisiones de manera clara, lo que puede llevar a comportamientos sexuales de riesgo. Esto aumenta la probabilidad de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) o embarazos no deseados.
Interacción con otras drogas y fármacos
Los poppers pueden interactuar con varias drogas y fármacos.
Medicamentos para la disfunción eréctil : los poppers son vasodilatadores y, al combinarlos con medicamentos que también dilatan los vasos sanguíneos, pueden causar una caída drástica de la presión arterial, lo que puede resultar en mareos, desmayos, o incluso un shock.
Algunos de los medicamentos más usados para la disfunción eréctil: Viagra (sildenafil), Cialis (tadalafil), Levitra (vardenafil).
Alcohol y depresores del sistema nervioso central: el consumo de poppers combinado con alcohol, benzodiazepinas (como el diazepam) u opiáceos puede intensificar los efectos sedantes, aumentando el riesgo de depresión respiratoria, pérdida de conciencia, o sobredosis.
Drogas recreativas: la combinación con cocaína puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, como arritmias o infartos.
Si se consume con MDMA (éxtasis) puede intensificar la deshidratación y el aumento de la temperatura corporal, además de aumentar el riesgo de efectos adversos.
Antidepresivos: el uso de poppers combinado con algunos antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden provocar cambios en la presión arterial y efectos secundarios como mareos.
Medicamentos para la hipertensión: la combinación de betabloqueantes o diuréticos con los poppers pueden interferir con el control de la presión arterial y causar hipotensión (baja presión arterial) peligrosa.
Con medicamentos para el tratamiento del VIH (antirretrovirales)
Inhibidores de la proteasa: algunos estudios sugieren que los poppers pueden afectar la metabolización de ciertos inhibidores de la proteasa, alterando su eficacia.
Inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleosídicos (NNRTIs): el uso de poppers puede influir en cómo el cuerpo metaboliza estos fármacos, aunque la investigación sobre interacciones específicas es limitada.
Más información sobre interacciones: Infodrogas-VIH del Grupo de Trabajo sobre Tratamiento del VIH (gTt-VIH).
Recomendaciones para reducir los riesgos
Reducir los riesgos asociados al consumo de poppers es clave para minimizar los daños que su consumo puede causar. Si decides usarla, existen algunas estrategias que pueden ayudar a mitigar los riesgos.
Controlar la dosis y frecuencia
Empieza con pequeñas cantidades: si eres nuevo en el uso de poppers, comienza con una dosis baja para evaluar cómo reacciona tu cuerpo. Unas pocas inhalaciones son generalmente suficientes para sentir los efectos.
Escucha a tu cuerpo: presta atención a cómo te sientes después de cada uso y ajusta la cantidad según tu tolerancia.
Tomar descansos: evita inhalar poppers de manera continua. Deja pasar un tiempo entre inhalaciones para permitir que tu cuerpo se recupere.
Evitar mezclar con otras sustancias
Infórmate sobre las interacciones: conoce las sustancias que pueden interactuar negativamente con los poppers, como medicamentos para la disfunción eréctil, alcohol, drogas recreativas y ciertos medicamentos recetados.
Mantenerse hidratado y evitar la hipertermia
Bebe agua regularmente, pero evita la sobrehidratación (no más de 500 ml por hora), ya que esto puede llevar a un desequilibrio electrolítico.
Tómate descansos para evitar el sobrecalentamiento y la fatiga durante actividades físicas intensas, como bailar.
En entornos de sexo
Hablar sobre los límites y el consentimiento: el uso de drogas puede hacer que te sientas menos inhibido, lo que podría llevarte a tener relaciones sexuales que normalmente no tendrías. Además, el consumo de drogas puede afectar tu capacidad para comunicarte y tomar decisiones.
Antes de comenzar a consumir o participar en actividades sexuales, ten una conversación abierta y honesta con tus parejas sexuales sobre lo que estás y están cómodas haciendo. Establece límites claros y expectativas sobre el uso de protección y las prácticas sexuales.
Si estás en un grupo grande o si se están usando sustancias que pueden afectar la claridad mental, establece señales de seguridad. Por ejemplo, un gesto o palabra que indique que alguien necesita parar o que se siente incómodo.
Asegúrate de que todos entiendan que pueden cambiar de opinión en cualquier momento. Si alguien expresa incomodidad o desea detenerse, es crucial respetar esa decisión sin cuestionamientos.
Adoptar estrategias y prácticas de sexo más seguro: usar preservativos y barreras dentales puede ayudar a protegerte frente a varias infecciones de transmisión sexual (ITS).
Utilizar lubricantes a base de agua o silicona te permitirá prevenir el riesgo de desgarro y aumentar el placer durante el sexo anal, donde la fricción puede ser mayor.
Si vas a estar en riesgo de exposición al VIH considera utilizar la PrEP (Profilaxis Preexposición). Y si ya te has expuesto, valora acceder a la PEP (Profilaxis Postexposición).
Hacerse pruebas regulares de infecciones de transmisión sexual (ITS) es clave para cuidar tu salud sexual. Estas pruebas te ayudarán a detectar a tiempo cualquier infección y a recibir tratamiento si es necesario
Evitar consumir solo
Si decides consumir poppers, es más seguro hacerlo con personas en las que confíes y que estén conscientes de tu consumo. En caso de una emergencia, podrán ayudarte o buscar asistencia médica.
Conocer los efectos
Saber que efectos produce el consumo de poppers, tanto positivos como negativos, te permitirá reconocer rápidamente los signos de una posible sobredosis o reacción adversa.
Establecer límites claros
Es importante saber cuándo detenerse y no dejarse llevar por el impulso de consumir más. Tener un plan claro sobre cuándo y cuánto consumir te ayudará a mantener el control.
Si consumes en grupo, comunicar tus límites a otros ayuda a reducir la presión para consumir más o tomar decisiones arriesgadas.