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La tricomoniasis es la ITS curable más frecuente. El organismo Trichomonas vaginalis es un parásito que vive en el tracto genital inferior y se transmite generalmente por contacto sexual. Este parásito puede infectar las áreas que no estén cubiertas por un preservativo, por lo que el preservativo no ofrece una protección total contra la tricomoniasis.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se registraron aproximadamente 156 millones de nuevos casos de tricomoniasis entre personas de 15 a 49 años, lo que la convierte en la ITS no viral más común a nivel mundial.

Los contenidos de este sitio web se publicaron en mayo de 2025. La información que reflejan puede haber sufrido cambios o quedar desactualizada. Si tienes alguna duda, contáctanos.

¿Qué es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por un parásito microscópico llamado Trichomonas vaginalis. Es una de las ITS más comunes en todo el mundo, especialmente entre personas sexualmente activas.

La tricomoniasis fue identificada por primera vez en 1836 por el médico francés Alfred Donné, quien observó el parásito Trichomonas vaginalis bajo el microscopio en secreciones vaginales.

Sin embargo, no fue reconocida como una infección de transmisión sexual (ITS) hasta varias décadas después, a medida que se comprendió mejor su modo de transmisión y su impacto en la salud sexual y reproductiva.

La infección por Trichomonas vaginalis se conoce principalmente como tricomoniasis, pero en algunos contextos clínicos o informales puede recibir otros nombres o descripciones, aunque son menos comunes. Algunos de ellos incluyen:

 

  • Infección por Trichomonas: forma abreviada usada en ambientes clínicos.
  • Vaginitis por Trichomonas: cuando la infección afecta la vagina y causa inflamación.
  • Uretritis por Trichomonas: en hombres, cuando afecta la uretra y provoca síntomas urinarios.
  • ITS parasitaria: término general que se refiere a que es una infección de transmisión sexual causada por un parásito, no por una bacteria o virus.
¿Cómo se transmite la tricomoniasis?

La tricomoniasis se transmite principalmente a través del contacto sexual sin protección cuando los fluidos genitales de una persona infectada entran en contacto con los de otra persona, durante:

  • Relaciones sexuales vaginales (es la vía más común de transmisión).
  • Uso compartido de juguetes sexuales sin una higiene adecuada o sin protección

No es común que la tricomoniasis se transmita por sexo oral o anal, ya que el parásito afecta principalmente la uretra, la vagina, el cuello uterino y, en menor medida, la vejiga.

En casos raros, sí puede haber transmisión sin penetración, si hay contacto directo entre genitales o con fluidos infectados. También es posible (aunque poco frecuente) que se transmita al compartir toallas húmedas o ropa interior, ya que el parásito puede sobrevivir por un corto tiempo en ambientes húmedos.

La transmisión de Trichomonas vaginalis de la persona gestante al recién nacide durante el parto es posible, aunque poco frecuente. En algunos casos, esta transmisión puede provocar infecciones respiratorias o genitales leves en el recién nacide.

¿Qué síntomas tienen las personas con tricomoniasis?

Las personas con tricomoniasis pueden presentar síntomas o ser asintomáticas (no mostrar síntomas). Cuando hay síntomas, estos suelen ser:

En mujeres

  • Flujo vaginal abundante, espumoso, de olor desagradable y color amarillento o verdoso.
  • Picor o irritación en la zona genital.
  • Ardor o dolor al orinar.
  • Dolor o molestia durante las relaciones sexuales.
  • Enrojecimiento e inflamación de la vulva y la vagina.

En hombres

  • Secreción uretral clara o blanquecina.
  • Ardor o molestia al orinar.
  • Picor o irritación dentro del pene.
  • En algunos casos, dolor o molestias en la uretra.

Es importante destacar que muchas personas infectadas no presentan síntomas, lo que facilita la transmisión sin saberlo. Por eso, la realización de pruebas médicas es clave para un diagnóstico adecuado.

¿Cómo se diagnostica la tricomoniasis?

La tricomoniasis se diagnostica principalmente a través de pruebas de laboratorio, ya que sus síntomas pueden ser similares a los de otras infecciones

Métodos de diagnóstico comunes

Examen microscópico: se analiza una muestra de flujo vaginal o uretral al microscopio para detectar el parásito Trichomonas vaginalis. Es un método rápido, pero puede no detectar todos los casos debido a la baja sensibilidad.

Pruebas de cultivo: se cultiva la muestra en un medio especial para favorecer el crecimiento del parásito. Es más sensible que el examen microscópico, pero tarda varios días.

Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT): son las más precisas y detectan el material genético del parásito. Se realizan sobre muestras de orina o secreciones vaginales o uretrales. Son el estándar actual para el diagnóstico.

Pruebas rápidas: en algunos lugares, existen pruebas rápidas que pueden dar resultados en minutos, aunque su disponibilidad es limitada.

Es fundamental que la persona consulte con un o una profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y acceder al tratamiento adecuado.

¿Se puede tratar y curar la tricomoniasis?

Sí, la tricomoniasis se puede tratar y curar eficazmente con medicamentos antiparasitarios. El tratamiento más común es con metronidazol o tinidazol, que suelen administrarse en una dosis única o en una pauta corta de varios días.

Es importante que:

  • La persona infectada complete todo el tratamiento prescrito, incluso si los síntomas desaparecen antes.
  • Las parejas sexuales también reciban tratamiento para evitar la reinfección.
  • Se evite tener relaciones sexuales hasta que el tratamiento haya finalizado y se confirme la curación.

Con el tratamiento adecuado, la tricomoniasis generalmente se cura sin complicaciones.

¿Cómo evoluciona la tricomoniasis si no se trata?

Si la tricomoniasis no se trata, puede provocar varias complicaciones y afectar la salud reproductiva y general de la persona infectada.

En mujeres

  • Aumenta el riesgo de infecciones urinarias y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
  • Puede causar inflamación y daño en el cuello uterino y la vagina.
  • Eleva la probabilidad de desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que puede derivar en infertilidad o embarazos ectópicos.
  • Incrementa el riesgo de transmisión y adquisición del VIH.

En hombres.

  • Puede causar uretritis (inflamación de la uretra), prostatitis o epididimitis (inflamación del epidídimo).
  • En algunos casos, puede provocar molestias crónicas o complicaciones urinarias.

Además, la infección persistente puede aumentar la probabilidad de transmisión a otras personas y afectar negativamente la salud sexual y reproductiva a largo plazo. Por eso, es fundamental el diagnóstico y tratamiento oportuno.

¿Cómo se puede prevenir la tricomoniasis?

Para prevenir la tricomoniasis, se recomiendan las siguientes medidas:

Uso correcto del preservativo en todas las relaciones sexuales vaginales, anales y orales, ya que reduce significativamente el riesgo de transmisión.

Mantener una comunicación abierta y honesta con las parejas sexuales sobre la salud sexual y las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Realizarse chequeos médicos periódicos, especialmente si se tienen múltiples parejas sexuales o una nueva pareja.

Evitar el contacto sexual si se presentan síntomas como flujo vaginal anormal, picor o molestias genitales, hasta recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.

No compartir juguetes sexuales o asegurarse de limpiarlos correctamente y usar preservativos sobre ellos para evitar la transmisión.

Informarse sobre la importancia de la prevención de ITS para reducir el estigma y fomentar prácticas sexuales seguras.

Estas acciones ayudan a disminuir el riesgo de infección y a proteger la salud sexual de todas las personas.

¿Qué relación existe entre la tricomoniasis y el VIH?

La tricomoniasis y el VIH están relacionados de varias maneras importantes:

Aumento del riesgo de transmisión del VIH: la infección por Trichomonas vaginalis provoca inflamación y lesiones en las mucosas genitales, lo que facilita la entrada y salida del virus, aumentando la probabilidad de adquirir o transmitir el VIH durante las relaciones sexuales.

Mayor carga viral: en personas que ya viven con VIH, la tricomoniasis puede aumentar la cantidad de virus presente en los fluidos genitales, lo que eleva el riesgo de transmitir la infección.

Por estas razones, es fundamental diagnosticar y tratar la tricomoniasis de manera oportuna, especialmente en personas con VIH o en situaciones de alto riesgo, para reducir la transmisión y mejorar la salud general.

¿Cómo puede afectar la tricomoniasis a una persona con VIH?

En una persona con VIH, la tricomoniasis puede tener un impacto más significativo. Algunas consideraciones importantes son:

Mayor dificultad para eliminar la infección: el sistema inmunitario debilitado puede hacer que la infección por Trichomonas vaginalis sea más persistente y difícil de tratar.

Mayor riesgo de complicaciones: la infección puede ser más severa, con síntomas más intensos o prolongados, y un mayor riesgo de inflamación genital.

Resistencia al tratamiento: puede existir una mayor probabilidad de que la tricomoniasis sea resistente a los medicamentos habituales, lo que requiere un seguimiento médico más cercano y, en algunos casos, tratamientos alternativos.

Por ello, es importante que las personas con VIH reciban chequeos regulares para detectar y tratar oportunamente la tricomoniasis y otras infecciones de transmisión sexual.

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